Apagado seguro: Para apagar la vela, evita soplarla. En su lugar, usa un apagavelas o cubre suavemente el envase para sofocar la llama. Esto reduce el humo y ayuda a mantener un ambiente más limpio.

Mi forma favorita de apagar la vela es sumergir la mecha en la cera derretida. Puedes hacerlo con un palito de madera, lo que además reduce el humo por completo y ayuda a preparar la mecha para el próximo uso.

Tiempo de uso: Deja la vela encendida entre 2 a 4 horas por sesión. Esto permite que la cera se derrita de manera uniforme, evitando que se formen túneles.

Evita encenderla por más de 4 horas seguidas para prevenir el sobrecalentamiento.

Corte de la mecha: Antes de encender la vela, asegúrate de recortar la mecha a 5mm (1/4 de pulgada). Esto previene un quemado irregular y minimiza el humo y la llama.

Limpieza: Retira regularmente los restos de mecha, fósforos o cualquier impureza de la cera. Mantener la superficie de la vela libre de residuos no solo mejora su aspecto, sino que también ayuda a reducir el riesgo de incendios y evita que la llama se eleve demasiado.